Wednesday, April 25, 2012

Averiguaciones y emociones a pie de calle


Qué grotesca visión, ¿verdad, Cálvar(i)o?

Reflexione unos instantes sobre el poético y parriano significado de esta poética imagen doblemente congelada.

Efectivamente. No es un pollo, es una polla y bien fresca. Estoy lleno de dobles sentidos como esta polla de rico alimento si se tercia en una noche o un mediodía de cena o comida familiar bien caliente y en el centro de la mesa. No se le puede escapar tampoco la referencia quizá más obvia: Su amada Mond mama otra ave de corral. Me es imposible evitar sentir alegría por esta feliz y azarosa contingencia, mi ahora-más-amigo-que-antes, puesto que nunca pensé en esta comesopadepolla como una buena (ya no le digo excelente ni magnífica ni chachi-piruli) pareja para usted.

Dicho esto, repto cual reptil del pecado al siguiente tema de mi rePtilínea misiva. Yo sé el nombre real (y, como verá más adelante, terriblemente irónico nombre) del amante de su ex concubina concupiscente y frutal. Dio la casualidad de que me hallaba yo pegado al cristal de la peluquería donde el así por sí mismo llamado John Gueras cortaba las puntas deshilachadas a su Mica(lientav)ela(s) en el mismo momento en que un individuo ataviado con un (debo decir que hermosísimo) chaleco indiano y un trombón como sacados del arcón más polvoriento y mugriento de la casa de su provecta abuela se aproximó hacia mí con paso decidido de loco de atar o de cuerdo celoso. Cuál no fue mi asombro al recibir el primer empellón y el primer puntapié en el suelo y los demás golpes en órganos vitales y costillas. ¡Asalto, Álvaro, asombrosa anécdota!

Mas no quedó en humillación al pobre e indefenso Hondi la animalada de aquel individuo. Acerté a esquivar desde el suelo los golpes de su trombón, que poco a poco iba perdiendo su bella y lustrosa apariencia, desde el empedrado y conseguí con un giro sobre mí mismo tipo croqueta en pan rallado erguirme como sapiens sapiens que soy ante aquel cromagnon de extrañas vestiduras. Ensayé algunas patadas de karate colegial y algunos crochés y uppercuts de mi más tierna adolescencia magullada, y aunque no todas percutieron donde debían, alcancé a herir al menos su orgullo de matón. Claro que esta hazaña en desventaja de su contertulio no alivia la desazón del desamor, pero espere.

Conseguí su nombre. Aturdido le pregunté Qué hacía, Qué le había hecho yo, un inocente voyeur de hembras (nada personal, mi cordial cordado), y me contestó Mirar a mi piba, malandrín apestoso. Qué procaz salida de tono, le dije, pero el diálogo no fue posible, ya le digo. Le dije Quién es usted y me dijo: Mi nombre es Condon, Zackarías Condon.

Algo es algo, Álvaro de cebolla. Puedes iniciar tu busca si tu ego te lo pide y si tus fuerzas te lo permiten.

Su cordial informador,
Julien Hondervo a.k.a. the Savior

7 comments:

  1. Mis buenos Crátulo y Hondervo:
    No puedo negar que me llena de go(n)zo la noticia de la infidelidad de la inf(l)ame Micaela Mond. La obra de mi muy estimado Crátulo empezaba a caer en el conformismo y la mediocridad, y de todos es bien sabido que el desamor es la fuente inspiradora más (usu)fructífera. Pero Julien, no se regodee usted de esa forma en la desdicha de su colega, no sea que descargue el chorro de su ira sobre su faz burlona.

    También debo decir que tengo la desgracia de conocer al infame Condon, atleta y poeta de opereta y de bragueta que gusta de inmiscuir su lustrosa bayoneta en las coquetas amantes secretas de los poetas que admira, con sucias jugarretas a base de tarjeta y de lucir tableta. Pero no le dé una pataleta, sáquese del pecho la saeta, palpe una teta y espere, pues Condon es un veleta.

    Nada más, sello con mi viril membrete esta misiva.

    Torque Beksinski, extractor de quintaesencia

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  2. Lo sé, lo escuché. Yo debía zonificada a cabo siempre que esa parte entró en antes. Pensé que cuando me dijo eso hermana pequeña, que era hablando acerca de su hermana-en-ley, la esposa engañándote.

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  3. Disculpe

    Es usted más tosco aún que su compañero chiCloso, y además en este caso ha incurrido en un delito denunciable. Vease:

    http://www.fepaex.org/index.php/como-denunciar.html

    El ave de la imagen ha sido penetrado, yo eso siempre lo sé con un único vistazo. Recuerde que soy alto cocinero.

    Está usted denunciado señor Hondervo

    Un saludo
    Alfredo

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  4. Déjese de mandar saludos y denuncias a partes iguales, cocinillas, y vuelva a los fogones. Ni que usted fuese vegetariano. Ni que a usted no le gustase rellenar l@s pollit@s y l@s pavit@as con su propia materia fecal y testicular. A otro lobo con ese cuento, chef chufas, que aquí el Hondi es muy fiero.

    Su representante legal (recurriremos esa ridícula denuncia, vaya que sí),
    Paulino Hemoglobino

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  5. No haga usted caso, Alfredo, estoy seguro de que ese tal Paulino no es sino una tosca invención del mismo Hondervo, que se ha acobardado ante la perspectiva de que sus viles aficiones queden al descubierto. A los pechos me remito: su nombre parece sacado de un cómic de Ibáñez. Hag oídos sordos y siga adelante con la denuncia. Pobre polla.

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  6. Lo único que veo a través de ésta, su correspondencia, es cómo su concepción de la escritura coincide con lo que mis admiradas Griselda Pollock y Rozsika Parker ya apuntaban en 1981: estructuralmente, el discurso de la historia falocéntrica descansa sobre la categoría de una feminidad negada para asegurar así la supremacía de lo masculino en la esfera de la creatividad.
    Por eso yo, como artista, únicamente me relaciono con dictadores falocráticos como ustedes para realizar la misma actividad que han perpetrado durante siglos, milenios incluso, a costa de mis congéneres: obtener inspiración. Cual mantis religiosa, extraigo de ellos hasta la última gota de todo aquello que necesito, y me deshago de ellos tras el cigarro de después; lección aprendida, así mismo, de Ms Jennifer Farley, heroína posmoderna denostada únicamente por los centímetros cúbicos de silicona que tuvo la valentía de introducir en su cuerpo como muestra de poder femenino.
    Concluyo que su tan estimada M.M. pertenece a mi misma escuela y sigue las directrices de Ms Pollock y Ms Parker, por lo que, mi nada estimado Álvaro, le anuncio que eso es exactamente lo que aquí ha ocurrido. No tenía usted nada más que ofrecerle a Micaela, asúmalo y prosiga su despreciable vida de hombre.
    Un saludo (cordial no).

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  7. Hola amigos lectores de R.E.

    Me alegra mucho comprobar que mis denuncias y correspondencia con el Seprona español dieron sus frutos y se procedió ya a clausurar este espacio de tortura y vejación animal.

    Estoy actualmente en el continente Europeo, Bratislava y Budapest, para ser más precisos (pueden ver la entrada que hice al respecto de estas dos magníficas ciudades anteayer en este link: http://www.alfredoaramburu.blogspot.com.es/2012/07/bratislava-y-budapest.html) y me sorprendió comprobar que tienen acá unos porcinos animales a los que ultrajan con flequillos ridículos... No he querido ahondervar más en el tema del maltrato animal en mi entrada y aprovecho para hacerlo aquí: me parece mal.

    Espero que disfruten de su sexualidad de aquí en adelante perforándose el glande con uno de los preciosos tenedores que muestro en la foto del "Ice Tea del Boom & Brass" (a la izquierda abajo, de plata) antes que volver a hacerle daño a una amigable poya.

    Jajaja
    El que ríe el último ríe mejor, y desde Bratislava y Budapest.

    Alfredo A.


    PS: he añadido nuevos enlaces en mi blog, como mi biografía de wikipedia y muchos relojes con horas de todo el mundo. ¡Visitenlo!

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