Friday, September 14, 2012

Post-Humo: Gastroprotesta Molecular



Querido Underboat,

siento que nuestro debate se haye tan desangelado últimamente tras los trágicos (quizás más bien lógicos) eventos que han desplazado mi conciencia. Del primero ya has sido clandestino juez en su pasada misiva. Su sutil (pero infantil) inserción fue de veras un caballo troyano, aunque dentro solo hubiese paja ardiendo y humo innocuo no de guerra sino de fricción y derrape linguístico; caballo de abedul blanco, campos rusos estacados de besos militares; un viejo cinéfilo como usted no habrá olvidado el trote bendito de Ivan sobre el agua blanca? Cuanta letra bélica ha sido aquí proyectada. (Pero aquí: el beso sobre la zanja:)

Pero, y enfatizo esta climáctica peripecia en nuestra tan misiva tragedia, pero (que "pero" puede haber mas la secuela en esquela, que se cuela sin culpa cualquiera), pero, y de nuevo cuelgo la conjunción a modo de  contemplación, pero el cuerpo complace el agua turbia de la nada. Hablo aquí, por supuesto, si no es ya evidente, del fallecimiento fenoménico de una de las más prominentes figuras del pensamiento español, Xi Valletalomo.

Para los de memoria despistada, quienes ineluctablemente han topado con aquel nombre en varias ocasiones, pero han optado por dejarlo atras o más bien se les ha desprendido a modo de tirita en piscina, Xi Valletalomo era (fue? ha sido? que ironía insufrible introducir tras la exasperante caducidad humana) el chef principal del famoso restaurante Catalán recipiente de 3 estrellas Michelin. Oldemort, usted claramente ha estudiado tales conceptos Valletalomianos como la teoría del estomago proto-sin(t)ético, el Tratado Vagino-Gastronómico, y Sabor a Esparrago Blanco: la sexualidad gastronómica del imperialismo europeo. 

Recuerdo que en sus (i.e. de mi correlativo Condervo) profusos pero vanidosos (claramente el impulso más Freudiano que fraudulento) estudios del sexo oral, su deliberada ignorancia del ya establecido (por el grande y querido Xi) concepto de la consumción voraz en tanto que protesta nutricional - teoría con la que Valletalomo compuso su menú de la temporada del año 2003, en el que 30 platos y 10 bebidas eran servidas a clientes con los ojos vendados en forma de aparato reproductor masculino, el último serving siendo un verdadero pene de camarero, servido crudo y erecto sobre la pelvis de aquel ("la primera performance nutriciomosexual de la historia de la humanidad," según Rolling Stone, halago al que Xi mismo modestamente contestó sugiriendo que toda ilusión nutritiva sanitaria es producto de una hegemonía jerárquica hetero-cultural caníbal, y que el evento reflejaba toda la historia político-carnívora europea - naturalmente (quizás no para usted en su rama académica quasi-nazi), nadie rechazó el último serving de la noche, su turbio caldo filosófico, la diseminación de la historia y el esófago como archivo, Foucault a 600 el plato) - reduciendo su valor académico en el campo de la filosofía nutricional. 

Te echamos de menos, Xi, y tu lúcida (psi)cocina que nos liberaba de la opresión sexual. Porque si no vamos a ceder el gran falo de la lucha de clases (la barra de pan) en cada mesa española, que por lo menos nos concienciemos de con qué velocidad i flácida pasión sobrevivimos ante imperios de agua blanca, caravelas de carne cruda, madera negra abierta.


- Crátulo cara luto