Ay Croquetófilo,
en este preciso instante veo una ardilla correr por el cable de alta tensión que cuelga cerca de la ventana del salón de mi casa actual y lejana y, como por asociación inevitable, me acuerdo de ti y de nuestra agitada correspondencia.
Acaso cometerás el craso error de culparme en tus polutos sueños de tus desventuras con la muy meretricia y selenita Mond. Nada más lejos de la realidad. Debes saber que solo quiero lo mejor para ti y para nuestra cada vez más ambigua relación. No puedo evitar observar que esquivas con ágiles anécdotas gastronómico-pornofílicas tus más oscuras y ofuscantes tribulaciones, pero no temas. Quiero que sepas que estoy a tu plena disposición si necesitas consejos amorosos, no en vano algunas amigas jinetes mías me llaman el Dr. Amor-Osito Bubblegum.
No se te escapa una: Durante estos últimos meses he estado un tanto ocioso con respecto a nuestra relación y por eso entono con mi aterciopelada voz de tenor el mea culpa. Es por eso que te proporciono una actualización de mi status:
-#nomepuedocreerquenohayadescubiertolosbarbituricoshastaahora
-#I<3pastillitasdecoloresygummybearsalucinogenos@coachella
-#lagartoslisergicosyriosdebaba@torontointernationalfilmfestival
-#rehabilitacionpsiquiatrica@mountsinaihospital
Como puedes inferir gracias a mi síntesis derivada de las nuevas tecnologías, he tenido una vida ocupada e hiperquinética en este primer mes de exilio. En alguna misilva te contaré las razones de mi voluntaria migración a las Américas y la naturaleza de mis actividades aquí, mas no te inquietes, nada grave ocurre. Empiezo a pensar que cambiar de aires tan bruscamente no le hace bien a nadie, pero nuestra correspondencia y el fenobarbital nos salva, ¿no es cierto?
No me juzgues precipitadamente, puede que siga bajo los efectos de algún calmante.
Saludos muy cordiales y espero que todo te vaya bien,
Julien